Desde mediados de abril comenzamos a trabajar en forma conjunta en función a la relación entre la circulación del aire que utiliza el COVID-19, como medio de transporte para producir contagio (incremento de Ro)[1]. El 8 de mayo, conmemorando el día del científico, comenzamos a plantear la mencionada problemática a distintitos funcionarios del poder Ejecutivo y Legislativo. Tras culminar la etapa de diseño del “Sistema Aéreo Anticovid CIECYT”, que se basa en minimizar la carga virosica contenida en el aire, produciendo una succión sectorizada en el entorno de la fuente generadora (potencial portador del virus).
Una vez extraída de la zona en cuestión y antes de verter dicha extracción al medioambiente, se procede a eliminar dicha carga viral, por distintos métodos como ser: calor, radiación, incineración, desinfección química, entre otras; según requerimiento sanitario o condiciones de entorno.
Hemos diseñado, para distintos entornos, adecuaciones aplicables al transporte público y privado (terrestres, marítimos y aéreos), dependencias públicas, privadas y comerciales, y, lo más relevantes, su aplicación a locales gastronómicos, dado que los usuarios deben retirarse tapaboca y nariz, para hacer la ingesta.